Trayectoria del IFUMI

Con motivo de su evolución en International Research Laboratory IRL 2030, con el CNRS (Centre National de la Recherche Scientifique de Francia), MEC (Ministerio de Educación y Cultura) y UdelaR (Universidad de la República) de Uruguay.

Por Claude Cibils,
profesor emérito del IMAG (Institut montpelliérain Alexander Grothendieck de la Universidad de Montpellier).

Etapas previas

Uruguay es un país que llevo en el corazón. Nací y viví allí hasta los 19 años. Desde que obtuve mi doctorado en Ginebra, voy regularmente para trabajar en álgebra, disfrutar del tiempo con mis amigos y saborear plenamente el país.

Mario Wschebor, un matemático uruguayo brillante y ejemplar, mantenía importantes lazos científicos con Francia. No lo conocía bien, ya que su campo de investigación estaba bastante alejado de mis intereses matemáticos. En 2007, me propuso encontrarnos en Montevideo, y luego en París. Quería conocer mi opinión sobre la posibilidad de establecer un LIA en matemáticas, un laboratorio internacional asociado del CNRS.

Consulté a mi colega y amigo Marcelo Lanzilotta, un algebrista que conocía bien la cooperación con Francia. Él accedió amablemente a llevarme al aeropuerto de Montevideo con algunas horas de anticipación. Recuerdo con precisión esa conversación de dos horas, ya que me impresionó la extensión y la calidad de la colaboración franco-uruguaya en matemáticas. Me embarqué convencido de que la sugerencia de Mario Wschebor tenía sentido.

Una puesta en marcha algo agitada

De regreso a Montpellier, fui a París para conversar con Jean-Marc Gambaudo, director científico del CNRS para matemáticas. Había trabajado con matemáticos uruguayos y apreciaba su calidad.

Me escuchó. La idea de establecer un instituto franco-uruguayo, de igual a igual, un LIA, le pareció pertinente. Me propuso redactar un anteproyecto y reunirse con Mario. De regreso en Uruguay, me dirigí a todos los matemáticos reunidos en una especie de asamblea constituyente para solicitar su opinión y su ayuda. Con una luz verde informal, continué contactando individualmente a los matemáticos franceses involucrados. Estaban a favor y todos contribuyeron a que la idea del LIA pudiera efectivamente tomar forma en el CNRS.

Con Mario queríamos una estructura simple, de matemáticos para matemáticos, sin cargas administrativas, una estructura clara y concisa. Antonia Alcaraz en el CNRS fue de gran ayuda.

Los servicios jurídicos del CNRS se preguntaban qué le pasaba a Mario, ya que había eliminado de la convención estándar proporcionada por el CNRS las 4 páginas habituales sobre patentes y propiedad intelectual. ¡Mario estaba a la cabeza de una cruzada contra las cargas administrativas y consideraba que estos aspectos no concernían a los matemáticos, y tenía razón! Así que simplemente eliminó esas páginas. Pero los servicios jurídicos no lo vieron así, estaban desconfiados, no decían nada y bloqueaban todo durante meses. Cuando comencé a entender, gracias a Antonia Alcaraz, dónde estaba el problema, llamé a Jean-Marc Gambaudo, el cual vino inmediatamente al departamento de relaciones internacionales del CNRS y todo quedo resuelto.

Primeros pasos

Cuando el CNRS dio su aprobación, nos reunimos con el embajador de Francia en Uruguay. Lo escuché con gran sorpresa decirme: «¡Ustedes los matemáticos son increíbles, me dan excelentes noticias y no me piden nada! Deben asumir el nivel de excelencia que es el suyo, atestiguado por el CNRS. No sólo deben informar a las universidades y facultades correspondientes, sino también pedirles un apoyo financiero directo y significativo, similar al que aporta el CNRS. Un LIA con el CNRS es un hecho mayor y prestigioso, ¡deberían tenerlo en cuenta!». Me abrió los ojos, empezamos esa misma tarde.

En crucero

Realizamos dos convocatorias al año para estancias de investigación en uno u otro país. Tenía responsabilidades adicionales, dirigía la investigación y la enseñanza, tenía estudiantes de doctorado, disfrutaba y cuidaba de mi vida familiar. Era indispensable que esta iniciativa, que tanto amaba ver crecer, fuera extremadamente simple, de lo contrario, no podría dar abasto. El formulario para hacer solicitudes al IFUM, que ha permanecido igual desde entonces, refleja esta intención.

Pocos meses después, Mario se enfermó gravemente. A pesar de eso, no escatimó esfuerzos por el Instituto Franco-Uruguayo de Matemáticas. El acrónimo IFUM nació, y asumo la paternidad de este.

Los responsables de los tres ejes matemáticos del IFUM en Francia y en Uruguay clasificaban las solicitudes y hacían recomendaciones. Con Mario, las interclasificábamos y la secretaria de Montpellier (que conducía del lado francés) transmitía las respuestas.

La inauguración en el Hotel San Rafael en diciembre del 2009 en Punta del Este fue memorable. Jean-Marc Gambaudo, al ver que no tenía corbata, corrió a su habitación para prestarme una. Maria Simon, ministra, pronunció un discurso muy emotivo. El embajador de Francia, recientemente nombrado, quedó asombrado, «nos encantaría tener ministros así». El coloquio científico fue excelente y permitió que los tres ejes se conocieran mejor matemáticamente.

Un naufragio anunciado y evitado

En 2013, el CNRS elogió la calidad científica y el funcionamiento del LIA, su renovación se aprobó sin problemas. Pero cuatro años después de esta renovación, en 2017, me di cuenta de que el CNRS se preparaba para cerrar el LIA. El CNRS quería liberar recursos financieros para otros proyectos previstos por Sinnou David. Agradezco al matemático que me alertó, no había visto venir nada, ya que estaba convencido que la calidad científica del IFUM y su funcionamiento transparente prevalecerían, como en 2013.

El barco casi se hundió. El IFUM había sido denigrado, se interpretó como un club restringido a matemáticos franco-uruguayos. Nunca lo fue ni lo será.

Como posible antídoto fue impulsada una renovación completa del IFUM. Patrice Le Calvez estaba terminando su dirección del Instituto de Matemáticas de Jussieu, asumió la dirección por el lado francés, y Rafael Potrie por el lado uruguayo. Desde 2009, habían surgido tres nuevos ejes, los cuales integramos. Un verdadero esfuerzo revitalizador nos salvó de un naufragio injustificado. Se abrió una nueva fase que continuó hasta 2023.

Buen tiempo

Como matemático franco-uruguayo (y suizo), estoy feliz de que esta herramienta haya funcionado gracias al considerable trabajo de varias personas, a quienes agradezco mucho. Claramente, las matemáticas en su conjunto, y por lo tanto las matemáticas franco-uruguayas, han prosperado gracias al IFUM, que se convirtió en IFUMI (la «I» final corresponde a «y sus Interacciones»). Añadiría que muchos estudiantes de doctorado se han beneficiado enormemente de estancias en Francia y en Uruguay.

Más allá de los matemáticos en Francia que están afectivamente vinculados a Uruguay, el cemento y el resorte de esta cooperación reside en la calidad de las colaboraciones con matemáticos cuyo único motor es científico. Es cierto que muchos franceses, al descubrir Uruguay, se enamoran de este pequeño y encantador país, como lo dice mi esposa Anne Catherine Castella, a quien agradezco enormemente por su apoyo en mi apego a Uruguay.

Un gran transatlántico

En noviembre de 2022, almorcé con un gran amigo de larga data, que resulta ser ministro, Pablo da Silveira. Le había enviado previamente el proyecto del «International Research Laboratory» que había sido presentado al CNRS por Patrice Le Calvez y Rafael Potrie. El objetivo era transformar el LIA en un IRL, con más recursos y energía, basándonos en los 15 años de trayectoria del LIA. Cabe señalar que sólo hay una decena de IRL en matemáticas en todo el mundo.

Durante el postre, le pregunté si el poder ejecutivo podría apoyar el proyecto. Me respondió: «Vamos a hacer mucho más que eso».

Pablo estaba dispuesto a recibir esa misma tarde a Jean-Stéphane Dhersin (director de relaciones internacionales de matemáticas en el CNRS), quien se encontraba por casualidad dos días en Montevideo. Durante el café, llamé a Rafael Potrie y organizamos en directo con Pablo una reunión esa misma tarde. Patrice Le Calvez también participó, así como Rafael y yo. Luego, el CNRS escribió una carta confirmando su deseo de transformar el LIA en IRL.

Después de algunos escollos de política científica, que Rafael y yo hicimos todo lo posible para evitar que se convirtieran en fracasos (con numerosos WhatsApps), el IRL IFUMI finalmente verá la luz en julio de 2024. Todo indica que será un incremento y consolidación de la colaboración franco-uruguaya en matemáticas, con Françoise Dal’Bo y Rafael Potrie al timón. Les deseo de todo corazón una excelente navegación con el IRL 2030.

Este gran transatlántico le debe mucho a Pablo y a su confianza, le agradezco profundamente, él que es doctor en filosofía de Louvain y padrino del hijo de un matemático belga. La UdelaR ha mostrado su apoyo constante e inquebrantable desde 2008, desde que Mario la solicito, y merece ser felicitada y profundamente agradecida. De igual manera el Pedeciba, que siempre nos ha apoyado. Por último, pero no menos importante, el CNRS, formidable actor de la investigación en Francia, atento a fomentar y actuar cuando es necesario, ¡bravo!

Claude Cibils
Junio de 2024.